sábado, 23 de mayo de 2020

De donde estuve III


Se tiene mucho cuidado. Dando en fijar el sitio de entrega del material, pues el transporte encarece mis pensamientos. Leo las cláusulas, como la de proporcionar. Esas son tus paredes. Podré recibir y salir de ellas con las bestias de mi alma. A lugares donde las pueda tomar de la mano. A las bestias. Ese mismo alcance tiene la obligación que contraigo. La de darme camino libre. Que cinco, que bajar paredes preparadas, que, aunque sea dos y, así, también a la inversa. Es decir, que yo cliente he de arreglar los caminos por donde transitan las bestias. Las antes mencionadas. Vamos al aserradero. Es la circunstancia de ser los fragueros. Quienes mejor conocen las cumbres boscosas de la isla.

 

miércoles, 20 de mayo de 2020

De donde estuve II

 


Me apunté en un trozo de papel lo que quería decirte. No sabía de dónde sacaría tiempo y fuerza para comprenderte. Apenas intersectados nuestras manos, done alcanzan, ya sé que no volveremos a contarnos cosas. Me muevo con cuidado para no acabar lejos de ti. Te pongo nombre y lo olvido al momento. Prefiero usar letras ordenadas y dependientes y seguidas. Cómo será este año sin ti y cómo anuncias lo que haré para encontrarte.

martes, 19 de mayo de 2020

De donde estuve 01


Para decirte que estabas allí y yo no. Olvidé lo que quería verte. Oí lo que nunca se me ocurrió decir. La llamada del teléfono del que nadie se responsabiliza. He quedado contigo. Reíste una gracia que hice sin querer. Te pregunté si me conocías. Me dijiste que un poco. Tu haces lo mismo por mi culpa. Que cada uno aguante sus culpas. Las cosas de las que no hablamos.