El juego recogido de jugar descalzo

 


Prólogo de Ernesto Suárez de la edición de Ed. José Marrero y Castro. 1980

En la lectura de estos poemas-juego de nada valen los intentos academicistas. Ni siquiera pueden ser leídos en una silla, ni en un sillón, ni en un taburete. Son poemas nacidos desde el suelo por el que botaron pelotas de colores, por el que corrimos, saltamos... jugamos todos.
Son poemas en los que está encerrada una de las frases favoritas de Carlos: "Quisiera que el mundo fuera cuadrado." Pero cuidado aunque los poemas desborden ingenuidad, ésta no es gratuita ni dócil; lleva tras ella toda una visión del mundo y del juego en particular.
Ya no es tiempo de más palabras, simplemente, siéntate en el suelo y juega al juego recogido de jugar descalzo:

"Es la esperanza
de que el futuro
esté bajo nuestros pies."