Pienso vivir 120 años, al menos.
Creo que el trocito de historia que pueda ver en ese tiempo podría
tener alguna coherencia.
Creo que es lo mínimo para saborear la vida sin el riesgo de morir
en el intento.
Creo que, cuando llegue allí,
habré reunido suficiente criterio
para decidir si merece seguir,
aún,
un poco más.