Un retrato que te observa sin saber, sin palabras.
Ya te inventas lo que te dice, ya lo que calla.
Le portrait de Luth
(Retrato de Luth)
I
al borde de sus cabellos
fulgían flamas
entraba la luz del domingo
brillante y luminosa
esperando a salir de paseo
puro fuego
II
al borde del iris
asomaron asombradas
nuestras hijas
en las pocetas de aguas transparentes
buscando ranas azules
ocultas
III
al borde de su nariz
rasos restos
el viento respiraba
la vida oxígeno
y combustión
IV
al borde de sus labios
callaron cayeron
los ejércitos
cientos, miles, millones de soldados
rindieron sus armas
sentados rendidos
V
al borde de su cuello
marchas marcas
los sabios de la academia
reunidos en sesión
extraordinaria
trataron ruegos y preguntas
besos imaginados
siempre
VI
al borde caigo
límites y recuerdos por llegar
Hubert de Lartigue